Dr. Armando Soberanes
Sin duda, el matrimonio es la etapa ideal del desarrollo de la sexualidad, es decir,
la etapa en donde el sexo y la sexualidad pueden encontrar su máxima expre-
sión. Esto está dado porque es la pareja que amamos, que nos gusta y que esco-
gimos para compartir el resto de nuestra existencia, así que es un terreno fértil
para desarrollarse y crecer como individuos y como pareja.
A pesar de lo mencionado, la sexualidad y el sexo no son fáciles en el matri-
monio. Cuando uno es soltero y su pareja no se desarrolla en el aspecto erótico,
se cambia de pareja y se buscan opciones. Sin embargo, cuando tenemos un
vínculo sentimental como en el matrimonio, no es posible simplemente cambiar
de pareja, hay que trabajar en ella. En consecuencia, abordaré los principales
problemas por etapas y propondré alternativas de solución.
Etapa inicial de la pareja
De recién casados, la esposa puede pensar que su pareja es algún tipo de dege-
nerado sexual pues la toma a toda hora y en cualquier lugar, sin que el encuentro
sea necesariamente satisfactorio para ella. En esta etapa debe iniciar el trabajo
de la sexualidad de la pareja para mantenerla sana y satisfecha. El hombre se
casa en buena medida para tener sexo cada vez que quiera con la mujer que
ama. La mujer se casa para gozar de protección y compañía, ser madre, y tener
una gran cantidad de cosas entre las que el sexo no es muy importante. Con
esta enorme diferencia entre los objetivos de ambos, debemos marcar algunas
consideraciones:
- 1. El hombre en estos primeros dos años debe: satisfacer con orgasmo a su pa-
reja el 100% de las veces que tengan relaciones sexuales, con o sin coito. Ne-
gociar con conquista cada encuentro sexual con su pareja aunque estén en su
casa. Entender que su pareja no tiene el mismo apetito sexual que él. Dedicar-
se a su pareja y a su satisfacción recibiendo a cambio su propio placer.
- 2. La mujer en estos primeros dos años debe: negociar sus encuentros sexuales
con su pareja, sin sentirse forzada a tener sexo a libre demanda de él. Disfrutar
cada encuentro y manifestar sus deseos y aversiones con el fin de satisfacerse
y, por ende, satisfacer a su pareja. Nunca deberá fingir orgasmos, si no obtiene
satisfacción deberá comunicarlo a su pareja y buscar una solución al proble-
ma.
Etapa de embarazo y primeros tres meses de la etapa posparto
- 1. El hombre deberá cumplir lo antes mencionado, aumentando su tolerancia al
rechazo de la relación por su pareja debido a que el embarazo afecta psicoló-
gicamente a algunas mujeres, y disminuye su libido de manera importante.
Buscará posiciones que permitan la satisfacción sexual de ella en la medida
del avance del embarazo. No permitirá que se anule la relación sexual durante
el embarazo, deberá negociar con su pareja sus propias necesidades y encon-
trar un punto medio de satisfacción bilateral.
- 2. La mujer en esta etapa debe prepararse y leer, entender que el sexo benefi-
cia su embarazo, salvo en contadas excepciones médicas. Entenderá que su
esposo necesita tener relaciones con ella pues es el amor de su vida. No se ve
mal embarazada, es probablemente una de las etapas en las que la mujer es
más hermosa. El sexo no daña a su bebé, el pene no le pega, y el orgasmo sólo
le proporciona fortaleza en el desarrollo futuro de su personalidad, el orgas-
mo de su mamá es amor, cariño y buenas situaciones fisiológicas para él. ¡No
hay que abandonar al hombre de su vida!
Etapa de desarrollo familiar
Para ambos: no dejen el sexo, es la piedra angular de su matrimonio, no permitan
que la rutina laboral, del hogar, los hijos, la sociedad y todos los demás factores
en los que nos desenvolvemos impidan su sexo y sexualidad. La autoestima del
hombre depende de su sexualidad, la conquista relacionada con el sexo sostiene
la autoestima de la mujer. Tengan sexo, hagan el amor, tóquense, disfrútense, no
importan las llantitas y los gorditos, ponte tanga y rasúrate bonito. No importa la
panza, lávate y perfúmate, lleva flores a tu pareja, ámala intensamente.